Llave tradicional: Utiliza una llave apropiada para la cerradura y gírala en la dirección correcta para abrir la puerta.
Tarjeta de crédito: Si la cerradura es de baja seguridad y el marco de la puerta permite el acceso, puedes intentar deslizar una tarjeta de crédito o similar entre el marco y la cerradura para desbloquearla.
Kit de ganzúas: Si tienes conocimientos en cerrajería, puedes utilizar un kit de ganzúas para manipular los mecanismos de la cerradura y abrir la puerta.
Llave maestra: En algunos casos, una llave maestra puede abrir múltiples cerraduras de un mismo tipo, como en edificios de apartamentos o empresas.
Llamar a un cerrajero: Si no puedes abrir la puerta por ti mismo, puedes llamar a un cerrajero profesional que cuente con las herramientas y conocimientos necesarios para abrir la puerta de manera segura.
Uso de una llave de repuesto: Si tienes una llave de repuesto en un lugar seguro, puedes usarla para abrir la puerta sin necesidad de métodos adicionales.
Llave magnética: Algunas cerraduras utilizan llaves magnéticas, que pueden ser deslizadas o acercadas al lector magnético para abrir la puerta.
Control remoto: En puertas automatizadas, como las de garaje, puedes usar el control remoto correspondiente para abrir la puerta.